sábado, 1 de enero de 2011

Año Nuevo (Parte I)


BRIDGET: Todo empezó el día de Año Nuevo. En mi trigésimo segundo año de soltera. Una vez más estaba sola y tenía que asistir al bufé anual de pavo al curry de mi madre. Todos los años trata de emparejarme con algún muermo de mediana edad con cabellera espesa. Y me temía que este año no sería una excepción.
MADRE: Ya ha llegado mi regordita.
BRIDGET: Mi madre. Extraño ser de un universo donde el pepinillo es la cumbre de la sofisticación.
MADRE: Por cierto, los Darcy están aquí. Han traído a Marc con ellos.
BRIDGET: Ah. Ya empezamos.
MADRE: ¿No recuerdas a Marc? Jugabais en su piscina hinchable. Es abogado y no le falta dinero.
BRIDGET: No, no lo recuerdo Mamá.
MADRE: Al parecer, está divorciado. Su mujer era japonesa, una raza cruel… En fin… ¿Qué te vas a poner?
BRIDGET: Esto.
MADRE: ¡Ah, no seas tonta, Bridget! ¡Nunca conseguirás novio si vas por ahí como si vinieras de Auswitch! Sube a tu habitación, te he dejado un vestido precioso sobre la cama.
BRIDGET: ¡Genial! Llevaba puesta una alfombra por vestido. Hola, Papá.
PADRE: Hola, cariño.
BRIDGET: ¿Cómo va todo?
PADRE: Un martirio. Tu madre trata de endilgarte a un divorciado. Un abogado de derechos humanos, por lo visto es un poco repelente.
BRIDGET: Ajá… atención… quizá esta vez Mamá haya acertado en la elección.
MADRE: Ven, vamos a ver si a Marc le apetece un pepinillo.
PADRE: Buena suerte.
MADRE: ¿Marc?
BRIDGET: Tal vez aquel fuese el hombre perfecto que había querido conocer durante toda mi vida…
MADRE: ¿Te acuerdas de Bridget?
BRIDGET: (Ve el jersey con el reno) … o tal vez… no.
MADRE: Solía corretear desnuda por vuestro jardín, ¿lo recuerdas?
MARC: No, de esa manera, no.
BRIDGET: En fin…
MARC: En fin…
BRIDGET: ¿Has pasado el fin de año en casa de tus padres?
MARC: Sí. ¿Y tú?
BRIDGET: ¡Oh! No, no, no. Anoche estuve en Londres en una fiesta. Por eso hoy tengo un resacón… Ojalá pudiese estar con la cabeza en el váter como la gente normal. Los propósitos de año nuevo: beber menos y dejar de fumar. Y dejar de decir tonterías a los desconocidos. De hecho, dejar de hablar y punto.
MARC: Sí, bueno, creo que es hora de ir a comer.
MADRE MARC: Al parecer los dos vivís muy cerca…
MARC: Mamá, no necesito una cita a ciegas. Y menos con una solterona que tiene incontinencia verbal, fuma como un carretero, bebe como un cosaco y se viste como su madre.
BRIDGET: (Lo ha escuchado todo) ¡Qué bueno, pavo al curry! Mi plato favorito.
BRIDGET: Y fue entonces, justo entonces, justo entonces… Aquel fue el momento. De repente me di cuenta de que, a no ser que algo cambiara enseguida, iba a llevar una vida en la que la relación más importante sería con una botella de vino. Y al final acabaría muriendo gorda y sola y me encontrarían tres semanas después medio devorada por pastores alemanes. ¡Estaba a punto de convertirme en Glenn Close en Atracción Fatal!

Así que tomé una importante decisión. Para evitar acabar el próximo año como una cuba y escuchando clásicos del pop para treintañeros en emisoras de la FM, decidí tomar el control de mi vida y empezar un diario, donde iba a contar la verdad sobre Bridget Jones. Toda la verdad.

"Propósito número 1: evidentemente perder 10 kilos. Número 2: Echar siempre las bragas de la noche anterior en el cesto de la ropa sucia. No menos importante, encontrar un novio amable y sensato y no seguir estableciendo lazos afectivos con ninguno de los siguientes tipos: alcohólicos, adictos al trabajo, fóbicos al compromiso, mirones, megalómanos, gilipollas emocionales o pervertidos. Y sobre todo, no soñar con una persona en concreto que encarna todas estas cualidades".
El Diario de Bridget Jones

Propósitos para todos los gustos. Feliz Año Nuevo. =)

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